El proceso es muy sencillo. Necesitarás:
- Flores de lavanda.
- Algún aceite vegetal que servirá de base. Te recomendamos el aceite de soja.
- Un frasco con tapadera.
Simplemente tienes que poner flores de lavanda en le frasco y cubrirlas con el aceite. Cuantas más flores pongas, más intenso será el olor del aceite que obtendrás. Deja que la mezcla repose durante aproximadamente un mes o mes y medio y ya tienes tu aceite esencial de lavanda.
Si no quieres esperar todo ese tiempo puedes meter el frasco con el aceite base y las flores en el lavaplatos (bien cerrado, por supuesto) y con el calor las sustancias pasarán de las flores al aceite rápidamente.